Para evitar el cáncer de piel, el fotoenvejecimiento y las dermatitis, entre otras consecuencias posibles

En verano, con las altas temperaturas, se acrecientan los riesgos para la salud, y es muy importante cuidar la piel. Por esta razón, el Municipio, a través de la Secretaría de Salud Pública e Higiene, brinda una serie de consejos prácticos y efectivos.

Patricia Cerdá, dermatóloga del CAPS N°1 Dr. Javier Sábato, explicó al respecto: “La piel es el órgano más extenso que tenemos y en esta época la debemos cuidar. Es fundamental protegernos ante la exposición a los rayos UVA y UVB del sol, mantenernos hidratados, tener una alimentación sana y consultar regularmente a un especialista”.

Asimismo, brindó una serie de consejos prácticos y esenciales para tener en cuenta: “El horario habitual en el que debemos evitar la exposición al sol por el daño directo que ocasiona en la piel es desde las 11.00 hasta las 16.00. Hay que tener un cuidado mayor para evitar cualquier tipo de cáncer de piel y el fotoenvejecimiento. Es recomendable que los bebés no estén expuestos al sol, que no se les coloque protector ni pantalla solar porque en los menores de 6 meses la piel lo absorbe y pueden ser tóxicos para su salud”.

En cuanto al uso de protector solar, aclaró: “Según el tipo de piel, el factor debe ser igual o mayor a 30 -60 para pieles muy blancas- y no debe variarse. Se debe colocar cada 2 horas. Es importante recordar distribuirlo también en las orejas, cuello, dorso de manos y pies (lugares que primero se queman); así como al salir del agua (un 50% de los rayos solares la atraviesan).

Asimismo, destacó la importancia de usar protector solar en momentos de exposición de la vida cotidiana: “Es fundamental protegernos al hacer compras, andar en bici, cortar el pasto y durante demás actividades (un 80% de los rayos solares atraviesan las nubes); hay que usarlo en brazos, cara, cuello, escote y piernas. Hay filtros para cada tipo de piel y son de amplio espectro, actúan a nivel de los rayos ultravioletas. Es necesario consultar con un especialista para saber cuál es el adecuado”.

Un dato a considerar para evitar consecuencias negativas de la exposición al sol es que “Hay medicamentos que son fotosensibles entre aquellos que habitualmente se consumen, como antibióticos, antiinflamatorios y anticonceptivos. Exponerse al sol después de la dosis de alguno de ellos  puede producir reacciones alérgicas o manchas. Además, los pacientes con lunares deben controlarse al menos 2 veces en el año y usar protector solar, así como los pacientes con antecedentes de cáncer de piel, no es recomendable que se expongan al sol -esto puede actuar como inmunodepresor para quienes padecen otros tipos de cáncer- y deben controlarse al menos 2 o 3 veces en el año”.

En la misma línea, la dermatóloga sumó: “La hidratación es fundamental, ya que cuando aumenta la temperatura corporal se producen cuadros de deshidratación en órganos internos y en la piel; y es esencial la ingesta de agua. En cuanto a la alimentación, es conveniente evitar las comidas abundantes, excesivas o ricas en grasas o en picantes ya que estas generan sudoración, y en consecuencia dermatitis, irritaciones en los pliegues de la piel, entre los dedos de los pies, en axilas; en tanto que la humedad permanente puede generar micosis”.