José Juárez, vecino de Berazategui, luce orgulloso en su brazo izquierdo el mapa de las Islas Malvinas y la bandera argentina junto a la frase “Sin olvido, la victoria es nuestra”. A 39 años de la guerra, ese es el horizonte que persigue desde su rol como integrante de la Agrupación “Héroes de Malvinas”: mantener viva la memoria para no olvidar a los caídos y que las Islas son argentinas.
“En Malvinas aprendimos que solamente podés salvarte cuando estamos todos juntos, cuando trabajamos mancomunadamente, hombro con hombro. Por eso, en la Agrupación nos manejamos de esta manera, dando charlas en las escuelas sobre Malvinas, recordando a los muchachos que dejaron su vida allá, que son los verdaderos héroes de nuestra Patria. Intentamos dejar cada vez más en alto su nombre”, expresó José.
Con tan solo 19 años, Juárez tuvo que viajar a la guerra. De su llegada recordó: “Estaba haciendo el servicio militar en el Regimiento 7 de La Plata y el martes 13 de abril salimos en micro hasta El Palomar, donde tomamos un avión hasta Río Gallegos para finalmente llegar a las Islas. Una vez allí nos topamos con un día de mucho frío y llovizna, un típico día malvinense. El frío nos caló hondo hasta que nos aclimatamos un poco”.
Muchos de los soldados allí eran jóvenes mal entrenados, mal equipados, deficientemente alimentados y pobremente armados, limitados en sus posibilidades frente a unas fuerzas armadas poderosas. Del lado argentino hubo más de 600 muertos antes de la capitulación.
Tras 72 días de guerra, el 14 de junio de 1982, el que había sido designado gobernador de las Islas Malvinas por el gobierno militar, Luciano Benjamín Menéndez, firmó la rendición incondicional de las tropas argentinas. Como consecuencia, hubo casi 1.700 heridos y alrededor de 400 suicidios entre los excombatientes argentinos.
Asimismo, se refirió al proceso de desmalvinización que sufrió el país una vez concluido el conflicto: “Nosotros sentíamos mucha impotencia y dolor. La vuelta fue dura porque veníamos con una carga importante y en aquel momento hubo una necesidad de ocultarnos. Gracias a Dios y a la suerte de tener una buena familia, recibí contención y pude ‘superar’ esa situación dolorosa. Pero los ex combatientes nunca entendimos el porqué del ocultamiento”.
El reconocimiento de los héroes
José Juárez también destacó la visibilización que de a poco fueron obteniendo los ex combatientes y, en ese sentido, recalcó al Municipio de Berazategui: “Desde la primera asunción de Juan José Mussi como intendente, en 1987, Berazategui está presente acompañándonos. El Municipio siempre nos tiene en cuenta para nombrar a una plaza, convocarnos para un acto escolar y eso nos ayudó mucho para nuestra reinserción”.
Berazategui se define como una “Ciudad Malvinera” y así es como a lo largo de los años aplicó diferentes acciones para rendir tributo a los soldados. Entre ellas, promovió la eximición de tasas, el nombramiento de calles y espacios públicos en su honor, la edificación de la sede de la Agrupación “Héroes de Malvinas” (121 y 25), las conmemoraciones en el Día del Veterano, la construcción de una réplica del Cementerio de Darwin y la creación del primer cementerio del país exclusivo para ex combatientes.
Al respecto, José señaló: “Es reconfortante que suceda todo esto en la Ciudad, es una manera de tener presente la gesta de Malvinas”.